Hoy queremos hablarte de los beneficios en la piel de los productos hidratantes. La piel es el órgano más grande del cuerpo, y entre sus principales funciones está su protección al organismo frente a factores externos como la temperatura, las bacterias o las sustancias químicas.
Por eso la hidratación diaria es de vital importancia para tener una piel sana, no solo le agrega humedad cuando está seca, si no que le proporciona muchas más cosas que ahora queremos contarte.
Estos son los principales beneficios de los productos hidratantes
Debes tener en cuenta que no solo hay que hidratarse en verano, el clima frío o los aires acondicionados absorben la humedad de la piel y es necesario utilizar productos hidratantes. Esto, además de recuperar la humedad perdida, ayuda a prevenir pérdidas futuras.
Tengas la edad que tengas, una piel necesita ser hidratada para conseguir un aspecto más joven, prevenir futuras líneas de expresión y las temidas arrugas, y con ello ganar tersura y firmeza.
A pesar de lo que puedas pensar, agregar productos hidratantes a una piel con acné la beneficia, ya que en una piel seca, las glándulas producen como protección más grasa de la que necesitan, pudiendo obstruirse los poros y causar los temidos granitos.
Y si la tienes sensible, irritada, con zonas secas o picor, también es necesario “alimentarla” con productos hidratantes especiales que contengan ingredientes calmantes, como por ejemplo el aloe vera, la avena o la manzanilla.
¿Cuándo usar los productos hidratantes?
Rostro
Si hablamos de la hidratación del rostro es fácil de recordar cuándo hacerlo. Hidrátate justo después de lavarte la cara por la mañana y por la noche. Y los hombres, además, han de hacerlo tras el afeitado.
Hazlo con cremas específicas para tu edad y tu tipo de piel. Nos encantan las de Laneige, marca de cosmética coreana que da toda la importancia al agua en la creación de sus productos hidratantes, mediante su tecnología Water Science, no te pierdas sus productos para lograr unos labios maravillosos.
Los dermatólogos aconsejan utilizar productos con SPF todos los días, por eso es conveniente que tu crema hidratante facial contenga protección.
Recuerda cuidar la piel usando mascarillas, es esencial una buena hidratación de la piel antes de ponértela para preservar su barrera natural.
Recuerda las propiedades del cannabidiol en cosmética, también pueden ayudarte en la hidratación del rostro.
Cuerpo
Si hablamos de la hidratación del cuerpo, el momento para usar los productos hidratantes es después de la ducha o del baño. El agua caliente elimina toda la humedad y el aceite de la piel, dejándola reseca, así que nunca te saltes la crema hidratante. El efecto de masaje que se usa al aplicar la crema, estimula la circulación sanguínea y la generación de células nuevas.
Recuerda también usar protector solar cuando estés al aire libre para proteger la piel de los dañinos rayos UV del sol. No hablamos solo de cuando estés en la playa, échate crema solar en las zonas que llevas al descubierto en tus paseos al aire libre y en tus desplazamientos por la ciudad.
Manos
En cuanto a la hidratación de las manos, es conveniente que apliques una crema específica, si es posible, cada vez que te las lavas. Y sobre todo tras fregar los cacharros de cocina, ya que los lavaplatos suelen ser más agresivos con ellas.
Labios
No te olvides de hidratarte bien los labios, aplícales bálsamo labial regularmente y si tiene un SPF de al menos 30, mucho mejor.
Consejos para conservar el brillo natural de la piel
- Aunque te cueste un poco, haz tus duchas más rápidas y usa agua tibia mejor que caliente.
- Tras la ducha no te frotes para secarte, hazlo a palmadas para “sellar” la humedad.
- Bebe dos litros de agua al día, tu piel te lo agradecerá.
- Utiliza jabón suave y mejor sin fragancia.
Y ahora ya sabes los beneficios en la piel de los productos hidratantes y algunos pequeños consejos para utilizarlos que esperamos que te sean útiles. ¿Qué te han parecido? ¿Los conocías? Cuéntanos también si los sigues, o si aportarías alguno que sea útil a nuestras lectoras.