Un capricho al año nunca hace daño, así que aquí te presentamos algunas de esas casas rurales repartidas por nuestro país que no dejarán indiferente a nadie y darán ganas de visitar, siempre y cuando nuestros bolsillos nos lo permitan. Algunos de estos alojamientos están en Girona pero podemos encontrarlos repartido a lo largo y ancho de la geografía española.
El Munt (Barcelona)
¿Te imaginas una casa rural que cuente con piscina interior junto a una escalera de caracol? El Munt, en Barcelona, propone esta alternativa a las piscinas tradicionales, situándola bajo arcos de piedra y ladrillo visto, con ventanales a su derecha y complementos decorativos en mimbre.
La escalera cuenta con escalones de madera que suben hacia la planta intermedia de la casa. Otra de las características de este lugar es un columpio de madera situado dentro de una de las estancias. Todo el hospedaje se encuentra decorado al estilo rústico y posee, entre otros, chimenea, cocina americana, amplios salones y piscina exterior.
El Cortijo de Gredos (Ávila)
Si estás en el interior de la península otra opción a visitar es Ávila, donde El Cortijo de Gredos tiene diseñada una casa con piscina y jacuzzi para una estancia refrescante a la par que relajante. Una decoración tradicional en piedra y madera con toques modernos hacen que este sea un lugar perfecto para el descanso, ya sea junto a la pareja como con un grupo de amigos.
Los exteriores son ideales para leer un buen libro y perder la mirada en el valle del Alberche o pasear junto a su ribera. Lo que sí está claro es que tanto para una velada junto a su chimenea como un baño en su piscina, cualquier época del año será perfecta para visitarla.
Cal Rei Vinyes (Girona)
Una casa con encanto situada en un pequeño pueblo como Celra, en Girona, es muy recomendable para todo aquel que busque encontrar la paz y la tranquilidad en medio de la naturaleza. Cal Rei Vinyes combina diferentes ambientes en las estancias del alojamiento, pero la madera y la forja con un toque rústico son su principal base.
Prácticamente todos sus techos cuentan con vigas de madera y en la bohardilla se encuentra una biblioteca con zona de lectura para quienes quieran pasar un buen rato de lectura. Una antigua masía del XVIII que fue restaurada para que sus huéspedes contaran con todo lujo de comodidades pero que cuenta con detalles de época como los de su cocina.
Casa Josephine (La Rioja)
Mucha luminosidad y una decoración que le dan a la casa un toque muy cuqui es la apuesta de la Casa Josephine, en La Rioja. Con un toque de blanco que le da a sus instalaciones luz y amplitud pero sin caer en la sencillez, pues podemos observar detalles en colores más llamativos como el verde, el fucsia o el azul que se ocupan de dar un contraste en el ambiente sencillamente perfecto.
Suelos en mosaico blanco y rojo o alfombras son perfectas combinaciones que hacen de éste un alojamiento singular. Como aliciente, has de saber que la revista Vogue la consideró como una de las casas más bonitas del mundo. ¿Necesitas algo más para conocerla?
Mas del Mar (Girona)
Los grandes ventanales y las puertas que de las habitaciones van directas al jardín son algunas de las características de Mas del Mar, en el pueblo gironés de Sant Pere Pescador. Cuenta la leyenda que en época de los romanos llegaron a este pueblecito y se instalaron aquí, convirtiendo lo que en su día fue un barco en lo que hoy es esta masía.
A primera línea de mar (unos 200 m) y con unas vistas espectaculares, este alojamiento dispone de todo lo que se necesita para pasar una agradable estancia, incluidos desde chimenea a piano de cola. La luz es la verdadera protagonista de este espacio, que dispone de 3 habitaciones todas ellas decoradas en una estética muy similar con cabeceros de forja o accesorios y complementos en madera que se encuentran repartidos por todo el hospedaje.
Autora del texto: Virginia Ramírez Nieto