Si eres de los que piensas que los cementerios son también lugares que merecen ser visitados cuando se viaja seguro que este post te hace tomar nota de nuestras recomendaciones. Son cinco cementerios famosos de Europa que por una razón u otra nos han parecido singulares y atractivos. Es cierto que estos lugares son para muchos lugares tristes, pero no por ello dejan de estar íntimamente relacionados con la forma de entender la muerte de cada cultura.
Cementerios famosos de Europa
Esta es nuestras pequeña selección de cementerios famosos de Europa. En alguna ciudad veréis que hay más de un cementerio con historia que merece ser visitado. En otras son pequeños lugares singulares que merecen estar dentro de esta selección de campos santos.
Cementerio alegre en Rumanía
Uno de los lugares más pintorescos que ver en Rumanía es el cementerio alegre de Sapanta, una pequeña población en la región de Maramures, al norte del país y cerca de la frontera con Ucrania. El nombre de este cementerio resulta chocante. ¿Cómo puede ser alegre un cementerio? Aunque en éste la gente acude a llorar a sus muertos como en cualquier otro de los cementerios famosos de Europa, éste es diferente por muchas cosas.
Para comenzar, aquí no hay lápidas de mármol ni Cristos crucificados. Nada es gris ni sobrio. Aquí las sepulturas están cubiertas de flores plantadas directamente sobre la tierra que cubre los féretros. Y las cruces se han pintado de azul, un color que representa la libertad. En cada una de ellas además se narra algún acontecimiento de la vida del fallecido. Se pueden ver abuelas con sus nietos, carpinteros en su talleres e incluso accidentes de tráfico si la persona allí enterrada murió de ese modo. Nada allí es tétrico, todo tiene un toco jocoso y su sencillez ayuda a convertir esas cruces homenaje en un canto a lo que fue la vida de los que allí descansan para la eternidad.
Para poder entrar en el cementerio alegre de Sapanta, los turistas tenemos que pagar entrada. Al cambio es poco más de un euro. Algo casi simbólico para nosotros que ayuda a mantener este lugar singular en buen estado.
Cementerios famosos en Edimburgo
Además de ser una bellísima ciudad repleta de atractivos turísticos y lugares fascinantes, Edimburgo es uno de los lugares más encantados de Reino Unido. Esta legendaria ciudad rebosante de edificios, callejones y calles con historia también atesora un buen número de fantasmas que recorren sus muros asustando a los viajeros que allí desean pasar varias noches. Muchos de estos turistas se sienten atraídos por los numerosos cementerios históricos de Edimburgo, lugares encantados, secretos y con historias terribles. Por ello, si te preguntas qué hacer en Edimburgo en los días oscuros de otoño o en Halloween puedes visitar estos terribles lugares.
El más célebre y más encantado de los cementerios de Edimburgo es, sin duda, el cementerio de Greyfriars. Este antiguo cementerio se construyó sobre los cimientos de un convento franciscano en el siglo XVI. Entre la gran cantidad de personas enterradas en este cementerio hay algunos famosos, sobre todo intelectuales y artistas. Aunque atesora bonitas historias como la del perro Bobby, que esperó a su dueño durante catorce años sobre su tumba, la visión del cementerio de Greyfriars Kirkyard es desoladora. La presencia de la muerte se dibuja en cada una de sus lápidas y en otros elementos como esculturas de ángeles de la muerte, cráneos o figuras oscuras.
Lo más curioso de este cementerio es la amplia presencia de experiencias paranormales, tanto es así que ya no está en activo y no se llevan a cabo enterramientos. Este aterrador lugar, se cuenta, que inspiró a la creadora de la saga de Harry Potter, J.K.Rowling, que divisaba desde las ventanas de The Elephant House, lugar donde empezó a escribir sus obras, este terrible lugar. Dicen que, incluso, paseaba por allí en algunas ocasiones.
Sin embargo, mi preferido dentro de los misteriosos y encantados cementerios de la ciudad es el Cementerio de Calton, situado en la preciosa colina Calton Hill. El cementerio data del siglo XVIII; y en él reposan figuras tan famosas como el filósofo David Hume. El tétrico cementerio dispone en una primera zona de tumbas y lápidas y una zona interior con pequeños panteones y dependencias con un aspecto muy lúgubre. La leyenda cuenta que en una de las tumbas, la del pintor David Allan, se reproduce su rostro como recuerdo de que allí fue enterrado vivo. Para que esto no sucediese en más ocasiones se tomó como medida incluir una campanilla en el ataúd cuando el muerto fuese enterrado. Si os quedáis en silencio en este tétrico cementerio podréis escuchar entre el silencio y el viento que azota la colina el tintineo de esas campanillas encantadas.