Salpicados por todo el territorio español hay preciosos pueblos que atraen cada año a multitud de visitantes. En algunos destacan su iglesia, en otros un palacio, en muchos la arquitectura tradicional de la región. Porque nada tienen que ver los pueblos de Barcelona con su estilo medieval con los marineros del Cantábrico. Ni por supuesto con esos pueblos blancos que se cuentan entre los más bonitos de Andalucía.