Qué una mujer viaje sola cada vez es más habitual. Muchas de nosotras hemos viajado solas siendo jóvenes. Más tarde nuestros viajes han empezado a contar con diferentes compañías: la de nuestra pareja, amigas, hijos. Pero hay ocasiones en las que, por una u otra razón, quieres volver a viajar sola. ¿Es sencillo volver a viajar sola después de mucho tiempo viajando acompañada?
Volver a viajar sola
Razones para viajar sola
Hay muchas mujeres que al viajar sin compañía se vuelven más atrevidas. El estar solo nos hace ser más nosotros mismos, no preocuparnos tanto por lo que pensarán los demás. Cuando estás sola, solamente te tienes que preocupar de ti misma y de lo que tú pienses en ese momento. Incluso las menos atrevidas toman impulso y hacen cosas para las que aparentemente nunca tuvieron el valor suficiente.
Conocer gente es otra de las motivaciones o consecuencias de viajar solo. Cuando estás sola eres más propensa a hablar con otras personas. Es la oportunidad para entablar nuevas relaciones que nos acerquen a otras culturas y formas de ver el mundo. Esto también vale para los compatriotas. Si viajas sola y te encuentras un grupo de españoles, haces piña. Es el momento perfecto para dar y recibir consejos a la vez que conocer a otras personas viajando del mismo modo que tú.
Otra de las razones por las que volver a viajar sola es la sensación de libertad. Tienes todo el tiempo del mundo para dedicarlo a hacer lo que quieras y cuando quieras. No hay presión para ver un lugar u otro, levantar más tarde o decidir si comer o irte a la playa. Es una libertad que te permite ser más consciente de dónde estás, de lo que haces y de lo que quieres hacer durante el viaje. Todo en ese viaje dependerá de ti.
Viajar solo ayuda también a vencer inseguridades y miedos. Es abandonar esa zona de confort donde nos encontramos tranquilos, seguros y acompañados para enfrentarnos solos a cualquier imprevisto. Es algo que te da un subidón de adrenalina, te hace volver a sentir esa chispa que a veces nos falta en la rutina.
Viajar sola de nuevo
Ahora bien, estas son las razones que cualquiera puede encontrar para viajar solo o sola, sin embargo, cuando tienes que empezar de nuevo te surgen otras dudas, ¿cómo hacerlo?
La calma es algo importante en cualquier viaje, ya se haga solo o en compañía. Y si vas a empezar a hacer algo nuevo o que tenías olvidado, sin duda esa calma será doblemente importante. Al empezar a viajar sola otra vez, hazlo según te pida el cuerpo.
Algunas lo harán a lo grande, dejarán todo y se irán a dar la vuelta al mundo. Querrán perderse por países exóticos con los que llevan soñando toda la vida o recorrer aquellas ciudades que han ido apuntando en una libreta. Otras preferirán comenzar poco a poco. Es otra buena opción. Se puede empezar cogiendo el Tren de la Fresa para disfrutar de los lugares que ver en Aranjuez, o animarse a pasar un fin de semana en Toledo, una de esas ciudades españolas para visitar en primavera y disfrutar de una gran destino.
Lo importante es que cuando decidas volver a viajar sola, lo hagas como a ti te apetezca, sin grandes metas que no sabes si podrás cumplir. Mejor poco a poco, pero a ese ritmo que sea bueno para ti. Ya sea para recorrer los Picos de Europa o para hacer un crucero por el Egeo.
Elige para volver a viajar sola lugares que te motiven por alguna razón. Que intuyas que te van a hacer sentir tranquila y cómoda. A algunas personas les motiva un viaje a la naturaleza, a otras unos días de relax en la playa de Benidorm, y algunas prefieren perderse por una ciudad en busca de los mejores museos y monumentos del mundo. Sea cual sea la motivación por ese lugar hará que lo disfrutes y que tengas ganas de repetir experiencia.
No hace falta salir corriendo al destino más exótico del mundo porque sea una imposición ni ser mochilera porque esté de moda. Si no te vas a sentir bien contigo misma, no lo hagas. En eso radica el viaje sola y empezar de nuevo, en que no haya cargas, que no haya ningún tipo de imposición más que las necesidades de viajar de nuevo y sin miedos.