Si hay un plato estrecha en Castilla y León, ese sin duda es el lechazo. El terminó utilizado en esta comunidad para definir a la cría de la oveja que todavía mama. Los corderos se suelen sacrificar antes de cumplir el mes de vida, y nunca deben pesar más de doce kilos. Su carne en ese momento es especialmente tierna y ofrece un delicioso sabor. Para disfrutar de este manjar tradicional, os vamos a recomendar en este artículo varios asadores en Valladolid. Lugares en los que el lechazo se prepara en horno de leña dentro de una cazuela de barro. La misma con la que el lechazo llegará a nuestra mesa.