Son muchos los tipos de alojamiento que podemos encontrar en la geografía española. Tenemos hostels de diseño, hoteles de cinco estrellas o alojamiento en casas rurales. Posibilidades para todos los gustos y bolsillos. Entre ellas una de las más singulares puede ser dormir en hoteles que ocupan antiguos conventos.
Hoteles en conventos de España
No hay duda de estos alojamientos ofrecen esa calma de la que antaño disfrutaron los monjes o monjas que vivieron allí. Existe también la opción de pernoctar en hospederías que ocupan parte de conventos y monasterios que aún siguen en activo. Pero de esos hablaremos en otro artículo. Hoy os vamos a descubrir hoteles en conventos que tienen todas las instalaciones para convertir una estancia en ellos en un verdadero capricho.
Parador de Chinchón (Madrid)
Este es uno solo uno de los varios hoteles en conventos que la red de Paradores de España posee. Se encuentra en la bonita localidad de Chichón, a tan solo 50 kilómetros de Madrid. Este hotel ocupa un antiguo convento del siglo XVII está cerca de la Plaza Mayor, uno de los lugares que ver en Chinchón y es uno de esos paradores con piscina que hacen que el verano sea más agradable para los huéspedes.
Sus habitaciones han sido modernizadas para ofrecer a los clientes todas las comodidades del siglo XXI. Uno de los fuertes del Parador de Chinchón son sus cuidados jardines de acceso exclusivo para los huéspedes del hotel. Su restaurante es uno de los mejores de la localidad y el hotel perfecto para una escapada romántica de fin de semana.
Hotel Convento de Aracena (Huelva)
Nos vamos al sur, a la provincia de Huelva. Aquí podemos dormir en uno de los hoteles en conventos más bonitos de España y en uno de los pueblos más bonitos de Andalucía. Aquí vivió una orden de monjas dominicas de clausura desde el siglo XVII hasta 1975, cuando las pocas monjas que quedaban fueron llevadas a otros conventos. Entonces el convento se convirtió en fábrica de cerámica para terminar siendo el impresionante hotel que es hoy en 2013.
Las antiguas estancias conventuales se han convertido en zonas comunes y cómodas habitaciones para dormir en Aracena. El hotel cuenta con Spa, con bar, salones, piscina y unos jardines que recuerdan como debieron ser los de las monjas que vivieron aquí. Su restaurante es uno de los mejores lugares para comer en Aracena, localidad conocida por su Gruta de las Maravillas.
Son Brull Hotel & Spa (Mallorca)
Dejamos atrás la sierra andaluza para irnos a Mallorca, a otra sierra, la de Tramuntana. Allí, cerca del encantador pueblo de Pollensa se encuentra Son Brull, uno de los hoteles boutique de 5 estrellas más lujosos de la isla. El lugar fue un convento jesuita allá por el siglo XVIII. Hoy en este hotel familiar se sigue respirando la misma tranquilidad de antaño y los huéspedes pueden disfrutar de un entorno privilegiado.
Es uno de hoteles en conventos más pequeños, con solamente 23 habitaciones y suites, todas decoradas con mucho estilo. Cuenta también este hotel mallorquín con un fabuloso spa recién remodelado y si restaurante es el lugar para disfrutar de una fantástica experiencia culinario con sabores del Mediterráneo.
Monasterio de San Miguel (Cádiz)
Volvemos a Andalucía, en esta ocasión para conocer uno de esos hoteles en conventos de la provincia de Cádiz. En el corazón del Puerto de Santa María se encuentra el Monasterio de San Miguel, un imponente edificio del siglo XVIII. Hoy es un hotel de cuatro estrellas con una ubicación perfecta para hacer turismo por la localidad.
Sus habitaciones ofrecen todas las comodidades a sus huéspedes. Los jardines y la piscina son el lugar perfecto para disfrutar de un poco de relax al final del día, aunque debido a su ubicación cerca de la playa, puede que muchos prefieran pasear por ella antes de terminar la jornada cenando, tal vez, en el pintoresco restaurante El Claustro del propio hotel.
Eurostars Los Agustinos (La Rioja)
Seguimos viaje por España en busca de hoteles en conventos. Así descubrimos el Eurostars Los Agustinos, un hotel que ocupa un edificio que no sólo fue convento. También sirvió como cárcel y hospital antes de convertirse en este establecimiento hotelero en Haro, en el corazón de La Rioja.
Las habitaciones están decoradas con mucho encanto y sus muros de piedra recuerdan el pasado centenario del edificio. En el hotel no falta un buen restaurante con una carta que ofrece lo mejor de la cocina riojana. Y su claustro cubierto es un buen lugar para tomar una copa de vino. Estando en La Rioja, algo obligado.
Monasterio de Piedra (Zaragoza)
Este es posiblemente uno de hoteles en conventos más conocidos de España. La razón es que comparte nombre y ubicación con el parque del mismo nombre que ofrece un espectacular recorrido a través de una exuberante naturaleza. Aquellos que quieran conocer este parque encontrarán en Monasterio de Piedra el alojamiento perfecto.
El Hotel Monasterio de Piedra está dentro de un antiguo Monasterio Cisterciense del siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Su claustro, los pasillos abovedados y la escalinata renacentista trasladan a huésped en el tiempo a aquellos siglos en los que los monjes recorrían esos lugares. Es precisamente en las antiguas celdas monacales en las que se encuentran las 62 habitaciones del establecimiento.
Para quienes quieran disfrutar no solo de la naturaleza, si no también cuidarse y relajarse, el Hotel Monasterio de Piedra ofrece spa y una agradable piscina durante los meses de verano.
Barceló Monasterio de Boltaña (Huesca)
Muy cerca de la frontera con Francia encontramos uno de los hoteles en conventos de la Comunidad de Aragón. Ocupa un edificio del siglo XVI y sería interesante saber que pensarían los antiguos monjes que vivieron aquí si vieran todas las comodidades que ofrece ahora su antiguo monasterio.
Los muros de piedra y los arcos combinan perfectamente con la cuidada decoración del Barceló Monasterio de Boltaña. No faltan en el hotel ni una enorme piscina al aire libre, ni jardines ni un gimnasio en este lugar perfecto para disfrutar del turismo rural en España. Lo mejor es sin duda alquilar un bicicleta y animarse a visitar los campos de Huesca o caminar por alguno de los parques naturales del entorno.