¿Quién no ha soñado alguna vez con vivir en un castillo? Quizá lo de vivir sea algo que esté fuera de tu alcance pero, por suerte, en España es posible dormir en un castillo.
Castilla y León es tierra de castillos (de ahí su nombre) y, en la actualidad, hay unos cuantos que se han habilitado para que puedas disfrutar de unos días en ellos, a cuerpo de rey o reina.
5 opciones para dormir en un castillo en Castilla y León
1.- Torre San Martín – Palacio del Inquisidor
Para dormir en la Torre San Martín tenemos que ir hasta la comarca de las Merindades, en el norte de la provincia de Burgos. Esta es una de las zonas más sorprendentes de Burgos, ideal para una escapada rural. Dentro de esta comarca deberemos llegar hasta el recóndito Valle de Valdivielso y allí buscar Quintana de Valdivielso.
Este pueblo, de forma alargada, conserva unas cuantas casonas blasonadas, salpicadas entre el resto de construcciones populares.
El inquisidor Juan Antonio Díaz Trechuelo y García de la Yedra fue el que levantó este palacio, con torre defensiva del siglo XVII.
Tras una rehabilitación integral de la torre, se ha adaptado para acoger tres apartamentos, con capacidad para 4 personas y una suite para dos personas.
Todos los apartamentos cuentan con habitaciones, salón-cocina y baño propio. También hay una serie de zonas comunes para todos los inquilinos de los apartamentos, como un vestíbulo en cada planta, un patio interior con fuente, mesas y sillas y una terraza panorámica en lo alto de la torre, desde la que se tienen las mejores vistas.
2.- Castillo del Buen Amor
Nos trasladamos hasta Salamanca, al pueblo de Villanueva de Cañedo. Allí se encuentra uno de esos fabulosos castillos para dormir en España que te transportará hasta la edad media, con su torre y su foso.
El castillo ha tenido una larga e importante historia. Su origen se remonta hasta el siglo XI, época en la que fue construido como una fortaleza militar. Posteriormente, fue propiedad de los Reyes Católicos y en el siglo XV, lo adquirió Alonso de Fonseca y Quijada, obispo de Ávila, que lo transformó en una residencia palaciega. Allí vivió con su amante Doña Teresa de las Cuevas y de este hecho le viene el nombre de “Buen Amor”.
Puedes elegir entre tres tipos de habitaciones: estándar, superior y deluxe. Todas ellas decoradas con piedra vista y madera, en un estilo sobrio castellano y elegante. Sin duda uno de esos castillos en Europa que parecen sacados de un cuento.
En las zonas comunes puedes disfrutar de su precioso claustro renacentista, de sus cinco salones, de la biblioteca, así como del bar y el restaurante. Completan las instalaciones los bonitos jardines, con laberinto incluido, y la piscina exterior.
Se dice que el castillo tiene su propio fantasma y que, tanto los trabajadores como los huéspedes han oído ruidos extraños y han visto a una dama de blanco caminando por las habitaciones. ¿Será el fantasma de Teresa de las Cuevas?
En la Posada Real Castillo del Buen Amor, además de disfrutar de la experiencia única que es dormir en un castillo medieval encantado, a tan sólo media hora de allí puedes visitar Zamora o ir de tapas en Salamanca.
3.- Señorío de Olmillos
Regresamos a Burgos, hasta el pueblo de Olmillos de Sasamón, para encontrar el Castillo de Olmillos, más conocido como el “Castillo de la flor de Lis”. Este castillo del siglo XV fue construido por un judío converso de Burgos, llamado Don Pedro de Cartagena, en cuyo escudo aparecía la flor de Lis, que verás labrada muchas veces, en la piedra de los muros del castillo.
Aunque tiene aspecto de fortaleza, con sus torres almenadas, en realidad no fue construido con ese fin, sino que se trató de una casa palacio.
A lo largo de su historia fue pasando por diferentes propietarios, hasta que a principios del siglo XIX, en el entorno de la Guerra de la Independencia, los guerrilleros Santos Padilla y Melchor Cossío incendiaron el castillo, acusando a sus propietarios de colaborar con los franceses.
Actualmente ha sido totalmente restaurado y convertido en un hotel con 28 habitaciones, llamado Señorío de Olmillos. Las habitaciones están decoradas en un estilo clásico, con todas las comodidades del siglo XXI. También dispone de restaurante y cafetería.
4.- Residencia Real Castillo de Curiel
En la provincia de Valladolid también puedes dormir en un castillo. En Curiel de Duero se alza un castillo sobre un cerro rocoso, del cual ha tomado su forma. Es el castillo más antiguo de la provincia y fue construido sobre otro romano.
El Castillo de Curiel, un castillo prácticamente inexpugnable, fue propiedad de varios reyes castellanos y leoneses durante la edad media. Durante su historia ha visto pasar por él reyes y reinas que lo habitaron y, otros que estuvieron allí apresados. Sus muros fueron testigos de algunos de los episodios más relevantes de la Historia de España.
Después de una cuidadosa restauración, el castillo se ha convertido en un hotel de 23 habitaciones. Al igual que los castillos anteriores, la decoración de su interior tiene un estilo clásico y elegante, en consonancia con el edificio.
Las almenas ya no se destinan a lugar de vigilancia, ahora es un lugar de disfrute con una piscina para el verano.
Además de disfrutar de las instalaciones de la Residencia Real del Castillo de Curiel, también proporcionan bicicletas para explorar el entorno del castillo, así como visitas a su bodega.
5.- Posada Torre-Palacio de los Alvarado
Burgos es una de las provincias de Castilla y León con más castillos convertidos en hoteles. Así que volvemos a esta provincia para encontrar la Torre-Palacio de los Alvarado.
Al igual que la Torre San Martín, esta Torre-Palacio se encuentra al norte de Burgos, en la comarca de las Merindades, pero en este caso en la localidad de El Ribero.
La torre medieval fue construida en el siglo XVI por el Marqués de Alvarado, gobernador de Medina de Pomar. Y el palacio lo mandó construir el Marqués de Rivaherrera, en el siglo XVIII, quien emparentó con los Alvarado por matrimonio.
Este castillo fue un lugar de reunión de nobles y reyes y, entre sus visitantes más ilustres hay que destacar al emperador Carlos V, que durmió allí una noche, después de desembarcar en Laredo procedente de los Países Bajos. Otro de sus visitantes ilustres fue el rey Fernando VII.
Después de su restauración para convertirlo en hotel, se han habilitado 10 habitaciones con camas con dosel y muebles de madera, todas ellas con vistas a las montañas.
En las zonas comunes del Palacio de los Alvarado hay una biblioteca, un precioso jardín y una terraza. También dispone de un bar y un restaurante, en el que dan comidas y cenas. No olvides visitar la Capilla de la Orden de Calatrava, en la que se casaron los Marqueses de Alvarado en el siglo XVI. Se conserva un legajo de piel del Papa Julio III, por el que se concedió el poder celebrar dos misas a la semana en la capilla.
Desde el castillo puedes realizar un montón de excursiones para conocer el patrimonio de las Merindades de Burgos o rutas de senderismo, como la del Monumento Natural del Monte Santiago y su salto del Nervión.