Practicar senderismo con niños no siempre es fácil, por eso si eres amante de las actividades al aire libre y tu familia crece, queremos darte unos pequeños trucos para conseguir así que tus hijos lo amen tanto como tú, o al menos que no vayan a regañadientes.
Es importante para las familias pasar tiempo juntos y que este sea de calidad, caminar con tus hijos es una excelente manera de conectarlos con la naturaleza desde pequeños, pero a veces es algo complicado para los adultos.
Por eso queremos darte unos consejos que te vendrán bien para esos paseos por la naturaleza que tanto te gustan. Ya verás como poco a poco serán serán ellos los que te lo pidan a ti.
Escoger rutas cortas al principio
Para poder practicar senderismo con niños el primer paso es comenzar con pequeños paseos, que irán haciéndose más largos a medida que los niños vayan acostumbrándose. Te sorprenderá lo rápido que se adaptan y lo rápido que te dejan atrás.
Elegir una ruta con algo que les llame la atención
Para “engancharlos” desde el principio, es conveniente que la ruta les llame la atención en algo, el agua por ejemplo les encanta, busca una ruta con una cascada, un río, un lago o incluso una playa. Caminar cerca de ella, lanzar piedras, hacer carreras de barcos con trozos de madera, meter los pies o incluso pegarse un chapuzón les encanta…
Los senderos rectos y llanos les aburren, si son estrechos, con suelos desiguales y sinuosos, les resulta mucho más divertido.
Hay cantidad de rutas de senderismo bonitas en España, trata de buscar la que más se adapte a vuestros gustos y que tenga algo que les llame la atención.
Si tú no eres un senderista avanzado, no te compliques mucho la vida con las sendas, las hay para todos los públicos y de todas las características, planifica bien y sigue estos consejos para practicar senderismo y disfrutar de la montaña.
Practicar senderismo con niños y convertirlo en un juego
Prepárales juegos para el camino en el que se involucren también los adultos. Enséñale como es un determinado árbol, su forma y la de sus hojas, y pídele que lo busque en el camino y que recoja algunas hojas para hacer un álbum en casa.
Pídeles que busquen huellas o excrementos de animales y que busque e identifique pájaros o flores silvestres. Puede que le guste dibujarlas al llegar o hacerle fotos, conviértele en un pequeño reportero de la naturaleza.
Anímalos en cada pequeño progreso
Aunque no es recomendable que te excedas, animarlos de vez en cuando en sus pequeños progresos es necesario. Hazlo cuando tengan que subir alguna pendiente, subirse a una roca, pasar por un sitio complicado… Los niños necesitan escuchar lo fuertes que son, lo rápido que caminan y que están haciendo un trabajo increíble, sobre todo si es la primera vez que salen.
No llamarlo senderismo
Decirles “nos vamos de aventura” o “nos vamos de excursión” siempre es más gratificante para los niños que decirles “nos vamos de senderismo”, “de caminata” o “de ruta” por ejemplo. Todo esto suena a esfuerzo para ellos y les parece agotador de mano, busca otro nombre más atractivo para ellos.
Convertirlo en una aventura
No solo es necesario cambiar el nombre, tienes que intentar convertir el paseo en una aventura y darles una recompensa final. Esconde “un tesoro” en el lugar donde paréis para comer, unas golosinas por ejemplo, puedes hacerles un mapa del tesoro o darles algunas pistas para encontrarlo, todo depende de lo creativo que seas.
Aflojar un poco el paso y hacer paradas donde “no toca”
Seguramente tendrás una meta marcada, pero para practicar senderismo con niños, sobre todo al principio, quizás tengas que olvidarte de ella. Los niños quieren pasárselo bien, así que trata de aflojar el paso o incluso deja de caminar un poco y disfruta del sendero con ellos. Puede que no sea el momento ni el lugar, pero están aprendiendo y debes tener paciencia.
Invitar a amigos
Un buen aliciente, sobre todo si ves que lo demás no está funcionando demasiado bien, es invitar a algún amigo. Quizás te parezca que es más trabajo para ti, pero esto hace que los niños al estar acompañados de otros niños estén más alegres y motivados. Además, normalmente la presión de grupo es muy útil.
Hacerles responsables de algo
Haz que el niño lleve una pequeña mochila con algo “muy importante” para todos pero que casi no pese y hazlo responsable de ella. Un pequeño botiquín de primeros auxilios con tiritas, desinfectante para pequeñas heridas, pinzas para extraer pinchos, protección solar… En fin, algo por lo que se sienta indispensable para el paseo en caso de pequeños accidentes.
Puedes hacerle responsable de un prismático para observar aves, una lupa y de su silbato de seguridad. Enséñale bien que solo se usa cuando hay un peligro y solo para eso.
La ropa para practicar senderismo con niños
Vísteles a capas, ya que las condiciones meteorológicas pueden cambiar de repente, jerséis, gorros, guantes, gorras, calcetines de repuesto… Aunque haga sol lleva un chubasquero ligero y aunque esté nublado, lleva gorra para el sol.
Lleva una muda de ropa para los niños y para los adultos y déjala en el coche. Puede que a la vuelta lo vayáis a necesitar alguno de vosotros.
La comida y la bebida
No escatimes en comida y bebida cuando hagas senderismo con niños, lleva sus bocadillos favoritos, fruta y frutos secos, o barritas y algún dulce como recompensa. Haz tantas paradas para que coman y beban como los niños quieran, un niño con hambre o deshidratado es un niño de mal humor, y eso es lo último que queremos.
Lo principal para practicar senderismo con niños es buscar algún aliciente en las rutas que sepas que les gusta, esto les mantendrá ocupados y les estarás dando una meta que alcanzar. Son exploradores por naturaleza y quieren recoger y tocar todo, esta es una de las mejores cosas del senderismo, la naturaleza nos da mucho que examinar y descubrir. Convierte el senderismo en algo habitual y no esporádico, es una manera perfecta de sacarlos a respirar aire puro.
Estos son algunos de nuestros pequeños consejos, pero estamos deseando leer cuáles son los que a ti te han venido bien con tus hijos y cuales no, ¡cuéntanoslo!