Malasia es uno de los países más singulares del Sudeste Asiático. Rodeado por países budistas como Tailandia o Myanmar, Malasia es un ejemplo de tolerancia. No es raro encontrar en sus ciudades calles en las que en pocos metros hay un templo hindú, una mezquita y un templo budista. Pero no solo hay templos y religión en este atractivo ciudad que parece vivir entre la tradición y la modernidad. Hay mucho que ver en Malasia, y nosotras te vamos a contar algunas de las que no te puedes perder.
Qué ver en Malasia
Torres Petronas
Una de las cosas que ver en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, es visitar las Torres Petronas. Se trata sin duda de uno de los rascacielos más famosos del mundo. Su silueta es la protagonista de la ciudad y aunque muchos se conforman con ver estas torres desde su base, no hay duda de que subir a las Torres Petronas merece la pena. Las vistas desde sus miradores ofrecen una perspectiva diferente de la ciudad y de las propias torres. Sin duda uno de los lugares que ver en Malasia.
Si vas a visitar Kuala Lumpur, puede que te guste alojarte en unos modernos apartamentos con fabulosas vistas de las Torres Petronas desde su piscina: The Face Suites.
Malaca
Una de los lugares que ver en Malasia es Malaca. Una ciudad ecléctica en cuyas calles se mezclan los edificios coloniales, las mezquitas, los templos budistas y las tradicionales shophouses de Malasia. Esas casas cuya planta baja fue tienda (en algunos casos lo sigue siendo) y la parte superior la residencia familiar. Hay que dar un paseo junto a sus canales, subir hasta la Iglesia de San Pablo. Un templo en ruinas rodeado de un mirador que regala bonitas vistas de la ciudad con el mar al fondo.
Un bonito hotel en el que alojarse en el corazón de Malaca es el 1825 Gallery Hotel, un establecimiento con suelos de madera, amplias habitaciones y un restaurante que se abre a los canales de la ciudad.
George Town
Esta ciudad es una de las más atractivas que ver en Malasia. Ubicada al norte del país, en la costa oeste, George Town es el corazón de Penang, la isla en la que se encuentra. Destino de mochileros, su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad. En sus bien urbanizadas calles hay bonitas shophouses que regalan al visitante la posibilidad de ver la evolución de estas casas a los largo de los siglos. No faltan mansiones convertidas en museos, templos hindués en Little India y mezquitas repartidas por toda la ciudad. No muy lejos del centro de la ciudad está el templo budista Kek Lok Si, el más grande del país.
El centro de George Town está repleto de hoteles con encanto, muchos ubicados en antiguas mansiones de la ciudad. Una buena opción es Muntri Grove, un hotel boutique tranquilo, decorado con estilos y con grandes habitaciones. Sin olvidar que cuenta con el lujo de un jardín y una piscina. Es sin duda uno de esos hoteles con encanto en los que alojarse al viajar a Malasia.
Arte urbano
Seguimos en George Town para hablar de otro de los atractivos de esta ciudad malaya: su arte urbano. Se pueden solicitar planos en la Oficina de Turismo de la ciudad o en los hoteles con rutas para descubrir todas esas obras de distintos artistas que decoran muchas paredes por toda la ciudad. Pero se pueden hacer rutas en busca del street art también en Kuala Terennganu, Kuala Lumpur o Malaca, también buenos destinos para sorprenderse con este arte que decora las calles de Malasia.
Orangutanes
En la isla de Borneo, en el territorio perteneciente a Malasia, se puede ir hasta Sabah y Sarawak. Allí, el área de conservación del valle de Danum en Sabah, está la mejor reserva para ver orangutanes salvajes en su hábitat. Es el objetivo de muchos viajeros y como curiosidad contaros que la palabra orangután proviene del malayo orang (hombre) y hutan (del bosque).
Playas
Uno de los lugares que ver en Malasia y en los que disfrutar del placer de no hacer nada son sus playas. Las mejores de ellas se pueden encontrar en sus islas de la costa este. Allí están las Perhentian o Pulau Redang. Sin duda estas islas ofrecen algunas de las mejores playas de esta parte de Asia. Llegar a ellas suele requerir tiempo ya que la única forma de hacerlo generalmente es en barca. Pero os aseguramos que merece y mucho la pena el tiempo invertido en alcanzar estas playas de arena blanca y aguas turquesas rodeadas de vegetación que en muchos casos llega hasta la orilla del mar.