Cinco catedrales de España que no debes pasar por alto

Hoy queremos traeros cinco catedrales de España que nos gustan especialmente. Cuando viajamos solemos detenernos en las visitas fundamentales y las catedrales forman parte de este patrimonio único que hay que cuidar.

Por eso, para apreciarlas en su justa medida y recomendaros las visitas con calma de las mismas hoy os dejamos cinco de nuestras favoritas.

Cinco catedrales de España para disfrutar del arte

Catedral de Salamanca

La catedral de mi ciudad natal es dos catedrales en una. La preciosa Catedral Vieja se quedó pronto pequeña para una ciudad que iba creciendo cada vez más, así que se adosó a ella la que llamamos Nueva. Esta tardó muchos siglos en completarse pero a cambio ofrece gran variedad de estilos arquitectónicos.

Párate en sus capillas, curiosea por las tradiciones que atesoran muy relacionadas con la Universidad y disfruta del maravilloso retablo de la Catedral Vieja, uno de mis favoritos.

Además de visitarla a pie de calle, la visita denominada Ieronimus ofrece un recorrido por las alturas. Desde la Torre Mocha a las altas naves de la Nueva, pasando bajo los arbotantes y asomándonos a la Plaza de Anaya, quedaremos sin aliento ante la belleza de una catedral singular e imprescindible que le ha dado a nuestra ciudad ese perfil tan reconocible en la distancia.

catedral toledo

Catedral de Toledo

Toledo, capital imperial y una de las ciudades más bonitas de España, cuenta en mitad de su casco histórico con una impresionante catedral en la que pasar un rato largo.

Y digo esto porque es impresionante el patrimonio histórico-artístico que atesora en su interior. Está bien rodearla, aunque las callejas del centro de Toledo pueden dificultar apreciarla en su justa medida. Así que lo mejor es pagar la entrada y abrir la mente para descubrir tesoros de la pintura de El Greco, de la arquitectura como el Transparente de Narciso Tomé o de la orfebrería en la rejería de la Capilla Mayor.

Y sólo por poner algunos ejemplos de todo lo que podremos encontrar. Por eso digo lo de tomarlo con calma.

 

catedral sevilla

Catedral de Sevilla

Si la silueta de la Catedral de Salamanca es reconocible, la de la Giralda, antiguo minarete musulmán, lo es mucho más.

La Giralda tiene además el valor de faro-guía que ayuda a no perderse en el entramado del Barrio de Santa Cruz. Sin duda esta visita, fundamental en la ciudad, tiene también mucha miga y muchísimo arte. La Capilla Real, la Sacristía, el Patio de los Naranjos, el paseo por las cubiertas o las maravillas de Pedro Roldán o Martínez Montañés, son sólo alguna de las cosas que podremos admirar en este tesoro que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.

Sólo con escribirlo ya me entran ganas de volver a Sevilla y que mejor que hacerlo alojándote en uno de los hoteles con vistas a la Giralda.

Catedral de Palencia

Sí, sí, Palencia con «p». Una ciudad poco visitada pero que esconde para el viajero curioso tesoros como la «Bella desconocida». Ese es el nombre que se le da a su catedral, un templo singular que hunde sus raíces en época visigoda y que está dedicado a San Antolín.

 

catedral palencia interior

 

Se pueden reconocer elementos que van desde la época antes mencionada hasta el Neoclasicismo, pasando por el Románico, el Gótico o el Renacimiento. Discreta y sobria, con menos fama que las otras mencionadas en el post cuenta con obras de El Greco, Gil de Hontañón, Berruguete y otros grandes del arte español. Si cruzas próximamente por tierras de Castilla, párate en Palencia y visita a esta Bella Desconocida. Ya verás como no te arrepentirás.

Catedral de Burgos

Y de una catedral poco conocida pasamos a una de las más famosas, la de Burgos. Obra maestra del Gótico que, además, tras la última restauración luce hermosa y sobresaliente en la ciudad castellana.

catedral burgos

 

Este pasado verano volvimos a Burgos y no pudimos disfrutar más de esta ciudad que tanto tiene que ofrecer. La primera visita fue rápida, así que regresamos a la Catedral con calma y nos detuvimos en esa Capilla de los Condestables que es otra catedral por hechuras y belleza, ante el retablo más hermoso que nos cuenta la genealogía de Jesús y ¡cómo no! nos asombramos con la Escalera Dorada hecha para salvar desniveles y sorprender.

¿Qué se puede decir con palabras de esta maravilla? Pues que es por todo y mil cosas más, Patrimonio de la Humanidad y que hay que intentar huir de las multitudes para visitarla como ella (y todo Burgos) merece.

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