Visitar las tres capitales bálticas que hoy os proponemos es un verdadero placer. Son tres ciudades diferentes las unas de las otras, pero con vínculos históricos que aún se mantienen.
Si te apetece hacer una escapada a destinos del norte de Europa, no dudes de que estas tres ciudades te gustarán. Aquí te damos razones para ir hasta allí y disfrutar mucho.
Estocolmo
La capital sueca es una de las ciudades más bonitas de Europa. Sorprende por su localización entre islas y sus bonitas edificaciones en la parte más antigua, Gamla Stan. De hecho, su silueta es fácilmente reconocible y su calidad de vida innegable.
Pero Estocolmo es mucho más que el bonito barrio antiguo. El barrio de Söder es casi otra ciudad que cuenta hasta con su propio dialecto y conviene observar con atención sus edificios modernistas.
Si eres de los ama ir de museos estás de suerte ya que en Estocolmo abundan y son de lo más singulares: ¿dónde si no podrás encontrar uno dedicado exclusivamente a un barco que se hundió según salía de la bahía en el siglo XVIII?.
Además, en Skansen podrás disfrutar de los edificios más antiguos del país en un parque etnológico muy especial y en Kungsholmen visitar el Ayuntamiento con su impresionante hall.
De Estocolmo saltamos al país vecino, y dominado por los suecos durante cientos de años, Finlandia y su más que interesante capital.
Helsinki
Mucha gente para en Helsinki durante unas horas de escala de un crucero y no saben lo que se pierden en una estancia breve.
Helsinki es ideal para una escapada de primavera-verano o de principios de otoño. Conviene disfrutar de una ciudad que es puro Modernismo ya que se levantó a principios del siglo XX en gran parte y este estilo es predominante.
Pero además, podrás disfrutar de dos catedrales casi opuestas, un montón de parques elegantes, tiendas de diseño finlandés (siempre a la vanguardia) y lugares tan curiosos como la sauna y piscina de Allas Sea Pool, abierta todo el año junto al puerto.
Si lo que buscas es historia, deberás coger un barco que te lleva en un corto recorrido hasta la fortaleza de Suomenlina, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad y se soma al Báltico.
Y si lo tuyo es más cuestión de arquitectura contemporánea estás de suerte porque podrás admirar gran parte de la obra de Alvar Aalto y de edificios más recientes como la Capilla del Silencio o la impresionante biblioteca Oodi. ¿A que no esperabas tanto de Helsinki?
Y ahora damos un salto a Tallinn, la preciosa capital de Estonia y destino habitual en excursiones desde Helsinki (en ferry o en avión).
Tallinn
Si las tres capitales bálticas que os traemos son bonitas, Tallin quizás sea la más histórica y además parte del Patrimonio de la UNESCO en su centro histórico. Sin duda es de cuento y pasear durante un par de días (ideal para un fin de semana) por ella es hacerlo por la Edad Media y el Renacimiento.
Una época de boticas y callejones, de casas de sociedades de caballeros y de torreones almenados. Todo ello podrás disfrutarlo en Tallinn en alguna de las visitas guiadas que se ofrecen, mientras pruebas especialidades gastronómicas del lugar o subes a Toompea para tener esas vistas de ensueño de la ciudad.
Yo estuve en verano hace ya unos cuantos años, pero supongo que conocerla en invierno debe ser también estupendo y singular.
¿Qué te han parecido estas tres capitales bálticas? Ya sé que son pinceladas pero espero que te animen a conocer algunas de las ciudades más bonitas del norte de Europa.