Si estás planificando una escapada al Principado de Andorra, además de compras y pistas de esquí, no te puedes perder algunos de los pueblos más bonitos de Andorra.
Enclavado en los Pirineos, Andorra es un pequeño país de alta montaña, que se encuentra junto a la frontera franco-española.
Por su situación, es uno de los destinos más frecuentados en invierno, sobre todo, para aquellos amantes del esquí que buscan tener la nieve asegurada. En Andorra encontrarás grandes ofertas para ir a esquiar como las de Estiber, que tiene numerosos packs de hotel + forfait en Andorra.
Andorra, además de ser un destino ideal para los esquiadores, senderistas y amantes de las montañas y los grandes paisajes, es también un destino de compras y cultural.
Otra forma de descubrir Andorra es a través de sus bonitos pueblos de montaña. Por eso, hemos hecho una selección de los pueblos más bonitos de Andorra, entre las siete parroquias en las que se divide territorialmente el país.
Descubre los 6 pueblos más bonitos de Andorra
Ordino
Otro de los pueblos más bonitos de Andorra es Ordino, la capital de la parroquia del mismo nombre, que se encuentra situada en el noreste de Andorra, a casi 3000 metros de altitud.
El pueblo de Ordino no sólo destaca por la belleza de sus montañas y parajes naturales, sino también por su ambiente pintoresco, con auténticas casas de piedra y pizarra, decoradas con balcones repletos de flores.
Se conoce a Ordino como la “capital cultural de Andorra” por sus museos. Uno de ellos es la Casa de Areny-Plandolit, un ejemplo de casa señorial de una familia cuya fortuna estuvo ligada a la industria del hierro. La casa fue construida en el siglo XVII y restaurada en el XIX. Durante la visita podrás ver los objetos y muebles acumulados por la familia a lo largo de los siglos y, su jardín, que fue el primer jardín ornamental de Andorra.
Uno de los museos más curiosos de Ordino es el Museo de la Miniatura. Entre las miniaturas más curiosas del ucraniano Nikolai Siadristyi, verás las que han sido realizadas en el ojo de una aguja, en un grano de arroz o en una pepita de manzana. Pero este museo no sólo consta de miniaturas, sino de multitud objetos curiosos como matriuskas, iconos ortodoxos, pinturas dentro de una botella, huevos de pascua…
La oferta de museos de Ordino se completa con el Museo Postal de Andorra, ideal para amantes de la filatelia, ya que cuenta con una colección de 50.000 sellos y una exposición que recorre la historia del servicio de correos de Andorra.
Una de las iglesias más emblemáticas de Andorra es la de Sant Corneli i Sant Cebrià de Ordino, de origen románico, aunque con transformaciones posteriores. En su interior destaca una talla románica del siglo XII de la Madre de Dios, en madera policromada, que con sus 44 cm de altura es una de las más pequeñas de Andorra. Desde su terraza de acceso puedes admirar una magnífica panorámica del Valle de Ordino.
Llorts
Otro de los pueblos de la parroquia de Ordino que merece la pena visitar es Llorts. Es un pueblo pequeño y pintoresco a 1430 metros de altitud, que te sorprenderá con sus casas antiguas y sus calles de piedra de color gris.
En el conjunto destaca la iglesia de Sant Serni de Llorts, declarada Bien de Interés Cultural, que orgullosa de su estilo rural se encuentra en el casco antiguo del pueblo, junto a una curiosa fuente.
Cerca del pueblo se encuentra la antigua mina de hierro de Llorts, que se extiende casi 30 metros bajo tierra y se puede visitar en verano. Es la única que se conserva intacta en Andorra y en ella podrás conocer el proceso de transformación del hierro, desde su extracción hasta su procesamiento en la Farga Rossell, en La Massana, una de las fraguas más importantes del siglo XIX.
Llorts es el punto de llegada de la Ruta del Hierro, una ruta de senderismo muy frecuentada y fácil, que parte de La Cortinada y durante 4 kilómetros recorre el Camino Real. Este recorrido, que discurre junto al río Valira, está bordeado por esculturas que forman una exposición al aire libre. Es una ruta ideal para hacerla en familia, sobre todo, si vas a pasar el verano en Andorra.
Pal
La aldea de Pal es uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de Andorra y, pertenece a la parroquia de La Massana.
Forma un conjunto muy armonioso con sus casas de piedra, madera y tejados de pizarra, construidas en las laderas de la montaña, a las que se llega a través de calles estrechas y empinadas. Por su valor, Pal está incluido desde 1997, en un plan especial de protección de la arquitectura tradicional.
Su iglesia de Sant Climent es una de las más representativas del románico andorrano. Fue construida entre finales del siglo XI y principios del XII y, ampliada varias veces en la época moderna. Tiene una nave rectangular y en ella destaca, sobre todo, su alta torre-campanario, de estilo lombardo y la única con ventanas geminadas dobles.
Les Bons
Entre los pueblos más bonitos de Andorra no podemos dejar de incluir a Les Bons, un antiguo pueblo de la parroquia de Encamp, que te traslada a la época medieval de Andorra. Se encuentra situado encima de un saliente rocoso y conserva una serie de construcciones históricas, que forman un conjunto defensivo.
Entre esas construcciones destaca la iglesia de Sant Romà de Les Bons del siglo XII, en cuyo interior puedes ver una reproducción de sus pinturas románicas originales que, ahora se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Rodeando la iglesia, se encuentra el conjunto medieval que está formado por algunas casas de la Edad Media, un torreón defensivo denominado Torre de los Moros, un antiguo depósito de agua excavado en la roca, conocido como el Baño de la Reina Mora, y un par de palomares del siglo XVI. Por todo ello, se considera a Les Bons como un pueblo museo.
Auvinyà
Para conocer este otro representante de los pueblos más bonitos de Andorra tendrás que dirigirte hacia la parroquia de Sant Júlia de Lòria.
El pintoresco pueblo de Auvinyà se encuentra situado a 1.200 metros de altitud, cerca del bosque de la Rabassa. La villa original de Auvinyà se remonta al siglo IX, pero hoy en día ha sido totalmente reconstruida. El pueblo actual comenzó a construirse en el año 2006, por iniciativa privada, recreando un típico pueblo medieval andorrano.
Este pueblo es de visita obligada si te gusta el enoturismo, ya que en él se encuentra la sede de una de las primeras marcas de vino andorrano: Casa Auvinyà. Puedes hacer una visita guiada a sus viñedos dispuestos en terrazas y a la bodega, para conocer sus salas de fermentación, conservación y degustación.
Aunque en el centro del pueblo se encuentra la iglesia de Sant Ivo, que es una construcción moderna de apariencia románica, en el entorno de Auvinyà puedes visitar la capilla de Sant Romà de Auvinyà, una pequeña construcción románica original, desde la que tendrás unas vistas privilegiadas del valle.
Una de las curiosidades de Auvinyà es la leyenda de la Dama Blanca, una de las más populares de Andorra, que simboliza la independencia y las libertades andorranas frente al poder feudal.
Fontaneda
Otro de esos pueblos encantadores de Andorra escondidos entre las montañas es Fontaneda. Al igual que Auvinyà, Fontaneda también pertenece a la parroquia de Sant Júlia de Lòria.
Es un pueblo con una estampa de postal, que se encuentra en un lugar idílico en mitad de la naturaleza, con sus casas de piedra de color gris construidas en la ladera.
En lo más alto de Fontaneda encontrarás la iglesia prerrománica de Sant Miquel de Fontaneda, desde la que se tienen unas vistas impresionantes de las montañas y del pueblo de Sant Júlia de Lòria. Es una de las iglesias más sencillas de la parroquia de Sant Júlia de Lòria y todavía conserva restos de pintura románica del Maestro de Anyós. Dicen que tocar las campanas de la iglesia da buena suerte, así que por probar no se pierde nada.
De todos estos pueblos bonitos de Andorra, ¿cuáles te gustaría conocer?