Mallorca es uno de los destinos vacacionales por excelencia en España y Europa. Cada año, miles de turistas y viajeros se acercan a esta isla para disfrutar de sus playas, ciudades, pueblos con encanto y paisajes maravillosos.
Cuando uno viaja a la isla tiene dos opciones: llevarse su propio coche en ferry o llegar en avión y alquilarlo allí. Es la única manera de moverse con total libertad y poder visitar la infinidad de lugares de interés que hay. Mallorca es una de las islas más bonitas y baratas para el verano.
Los mejores lugares para ver en Mallorca
Palma de Mallorca
La capital de la isla es una ciudad cosmopolita, vecina al mar y con mucha historia. Todo esto junto hace que sea un lugar ideal para ir de compras, hacer visitas llenas de arte como la catedral y todo el casco antiguo o Es Baluard, el museo de arte contemporáneo que goza de unas vistas únicas.
Sóller
Un precioso pueblo situado entre el mar y la montaña que cuenta con un original tren-cremallera que atraviesa la Sierra para llegar hasta él y cuyo puerto deportivo es todo un «must». Sus terrazas, en la parte interior del pueblo, el tranvía que te lleva hasta el puerto y lugares tan curiosos como Can Prunera, lo convierten en uno de los lugares más bellos de la isla.
Alcúdia
Este pueblo amurallado lleno de historia se sitúa al norte de la isla. Pasear por sus calles después de haber disfrutado de la playa es recordar el pasado de esta zona de Mallorca. Un pasado con reyes cristianos y con población musulmana y que vuelve el día 24 de agosto con la tradicional Fiesta de las Linternas en las que se canta y se baila y se vacían sandías y melones para iluminarlos por dentro.
Valldemossa
Aquí se recogió todo un invierno el famoso compositor y pianista polaco Chopin, junto a su amada George Sand, y fue por algo. Paz, paisaje montañoso, belleza arquitectónica y una cartuja que acogió a la pareja de artistas y que se convirtió en destino ideal para retirarse del mundanal ruido.
Fornalutx
Vecino y competidor de Sóller, cuenta con innumerables casas de piedra, realizadas al modo tradicional que le confieren un encanto especial. Sus contraventanas verdes son muy características, al igual que sus calles empinadas y su paisaje en la Sierra de Tramontana.