7 consejos imprescindibles para desconectar durante tus vacaciones y disfrutarlas de verdad

Las vacaciones pueden tener un importante efecto terapéutico desde el punto de vista psicoemocional. A lo largo del año, el ritmo de vida frenético que exigen nuestras responsabilidades puede pasar factura pero, también, puede integrar ciertos hábitos negativos en nuestra rutina.

Muchas personas desarrollan una obsesión por el control, la organización o el trabajo y, se atan literalmente a las fuentes de estrés que les condicionan durante el resto del año. Por ello, aprender a romper este tipo de dinámicas puede convertirse en todo un reto.

Es importante que aprendamos a lograrlo, porque de lo contrario, nuestras vacaciones no tendrán el efecto reparador que tanto necesitamos, aunque las disfrutemos desde entornos paradisíacos como los hoteles en Palma de Mallorca con Amimir.

¿Las has planificado ya? Si es así, presta atención. A continuación te proporcionamos algunos consejos que te serán de utilidad para disfrutarlas al máximo:

Exígete menos a ti y a las personas que te rodean

Las vacaciones son una oportunidad única para disfrutar del tiempo libre. No obstante, es bastante común que muchas personas adopten una actitud altamente exigente consigo mismas y con las personas que las rodean.

No sólo controlan los tiempos, casi con un cronómetro, para cumplir todos sus objetivos o alcanzar sus metas, también tienden a dejar que la excesiva disciplina de paso al estrés del que en un principio pretendían desconectar.

Tener presente esto será fundamental. ¡Sí! Está bien que trates de aprovechar el tiempo al máximo y que trates de organizarte tanto como sea posible, pero presta atención al ambiente que se genera a tu alrededor y no olvides que el objetivo principal debería ser descansar, divertirte y, sobre todo, desconectar de las emociones que durante el resto del año nos condicionan como el estrés, la impaciencia, la preocupación o el nerviosismo.

Cambios en tu rutina

Contar con demasiado tiempo libre puede llevarnos a pensar más de la cuenta. A menudo, muchas personas quedan ancladas a sus responsabilidades y preocupaciones de su rutina prevacacional y, como consecuencia, el grado de desconexión mental es casi inexistente.

El mejor truco para evitar entrar en esta dinámica es identificar pasatiempos o actividades a los que dedicar nuestra energía. Aprovechar para practicar nuestras aficiones y todos aquellos hobbies que durante el resto del año son imposibles de llevar a término por falta de tiempo, ayudará a sustituir la preocupación por ocupación. Complementar una rutina repleta de actividades, disfrutadas con una buena dieta y unos buenos hábitos de descanso, marcará un antes y un después. 

¿Qué hay de las relaciones que has dejado aparcadas?

Retomar el contacto con familiares y amigos, con los que habías perdido la conexión por incompatibilidad de horarios, te ayudará a romper con tus hábitos cotidianos. Destinar un tiempo a reencontrarte con ellos o, incluso, planificar escapadas vacacionales con ellos, es una de las mejores formas de salir de tu rutina y poner distancia de por medio con tus responsabilidades prevacacionales. 

La desconexión mental es importante

Recurrir a la lectura puede ser una fantástica alternativa. ¿Has decidido ir de viaje a las Islas Baleares? ¡Llévate una buena selección de libros para buenos momentos de relax en la arena de la playa! Existen pocos placeres comparables al de leer una buena novela frente al mar después de un baño refrescante. 

Huye del perfeccionismo

¡Sí! Las vacaciones te depararán momentos de placer y diversión, pero también tienes que tener en cuenta que no todo tiene por qué ser perfecto. Es posible que también haya momentos o situaciones que escapen a nuestro control y que no sean del todo de nuestro agrado. Tener esto en cuenta y aceptarlo con naturalidad evitará que sintamos sensaciones de frustración y, que la preocupación ante determinados factores externos nos impida disfrutar plenamente.

Puede parecer obvio, pero a veces es necesario relajar los motores y recordar que no tenemos la obligación de sentirnos felices las 24 horas del día.

Delegar es de sabios

¿Tienes tu propio negocio u ocupas un cargo de responsabilidad en una empresa? Si es así, es probable que sientas dificultades para desconectar del todo de tus obligaciones. Sin embargo, si no lo logras, tus vacaciones, lejos de ser una fuente de descanso y una oportunidad para renovar fuerzas, se convertirán en una fuente de estrés y de poco servirá que estés en las Islas Maldivas o en una de las mejores playas de España, si en el fondo tu mente está en tu oficina o tu puesto de trabajo.

Para poder desconectar de verdad y nutrirte de un período de descanso deberás cambiar tus palabras: “Si surge cualquier inconveniente no dudéis en llamarme” no servirá. Utiliza más bien algo así como: “Si surge cualquier inconveniente o imprevisto confío en vosotros, sé que encontraréis la forma de solventarlo”. A partir de entonces, tu tiempo te pertenecerá y podrás disfrutar de unas vacaciones realmente plenas. 

Limita tus conexiones

Internet y el mundo digital, en general, pueden instalarse en tu rutina más de lo aconsejable y, si no prestas atención, pueden acabar por comerse prácticamente tus vacaciones.

Minimiza tus conexiones y trata de reducir el tiempo que destinas a navegar por la red, interactuar en redes sociales o utilizar otro tipo de aplicaciones. Puedes destinar una hora del día concreta para conectarte o, incluso, un día a la semana. Busca planes para interactuar con el mundo real: Rutas turísticas, gastronómicas, deportes, quedadas con amigos… 

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