Bodegas para una escapada de otoño

El mundo del vino y la enología gozan, cada vez más, de un interés social y cultural muy importante. A lo largo de las últimas décadas todo aquello que rodea al vino, viñedos y bodegas ha entrado a formar parte del turismo cultural y gastronómico en nuestro país. El vino ofrece diferentes opciones y actividades relacionadas con la producción de los caldos y ha explorado una infinidad de posibilidades que encontrarás en lugares como las mejores bodegas con spa, que ya te contamos hace algunos meses. Hoy nos sumergimos de nuevo en el mundo del vino para presentarte algunas de las mejores bodegas para una escapada de otoño.

Bodegas para una escapada de otoño

Bodegas Valdelana, en Rioja alavesa

En plena Rioja Alavesa, perteneciente a la localidad de El Ciego en Álava, se encuentran estas bodegas centenarias cuya historia se remonta al siglo XVI. Y es que esta familia lleva 14 generaciones produciendo y elaborando vino desde que en 1583 aparezcan los primeros documentos sobre ella y en 1615 nazca el primer viticultor de la familia: Pedro Valdelana.

En tan insigne bodega se puede disfrutar no solo del vino sino también del arte y la cultura, de hecho Bodegas Valdelana, una de las mejores bodegas de La Rioja,  ha recibido uno de los premios más importantes de enoturismo el Best of Art and Culture. De esta forma la experiencia se convierte en un viaje total a través de la antropología cultural y el mundo del vino. Otra de las cosas que harán de esta escapada de otoño algo único es el alojamiento en la propia bodega, ya que disponen, dentro del edificio principal,

Lo mejor es que te puede quedar a dormir allí, tras disfrutar de sus vinos. Tienen un «agroturismo» desde hace casi diez años, con doce habitaciones muy agradables. Sin duda un buen plan de escapada.

Bodega Prado Rey, Ribera Burgalesa

Otra bodega histórica, tanto es así que las tierras en las que hoy se asienta fueron propiedad de la Corona de Castilla. De aquella dorada época queda un impresionante casón del siglo XVI cuya efigie es la que aparece en el logotipo de algunos de sus vinos. La bodega de Prado Rey ofrece innumerables actividades para pasar un fin de semana en la Ribera del Duero burgalesa. Allí, podrás encontrar tours guiados por la bodega, catas y mucha restauración.

Si quieres disfrutar del fin de semana puedes hacerlo en la posada que se ubica en el palacete renacentista del que hablábamos. Y es que alojarse en la Posada Real es una auténtica delicia, solo tiene 18 habitaciones, por lo que es un alojamiento perfecto para liberarse del estrés y de los ruidos. Está perfectamente acondicionada y además de un bello jardín, la tienda de vinos y el gran comedor tiene una magnifica piscina para la época más calurosa. El restaurante de la Posada está decorado con muchísimo gusto, recoge toda la esencia de la arquitectura tradicional de Castilla con elementos originales como chimeneas y decoración rústica.

La restauración en esta bodega también es un plus, se come mucho y bien. No dejes de probar las chuletas de cordero, una de las especialidades de la casa o la sopa castellana. ¡Están para chuparse los dedos!

Vendimia y bodegas en La Mancha

La Mancha es el principal productor de vino no sólo de España sino también de toda Europa. Esta extensísima zona ha pasado de ser la despensa vinícola de nuestro continente para producir caldos de gran calidad que acompañan a los vinos de mesa en sus exportaciones. La ruta de la vendimia de la Mancha en los primeros días de octubre, es una buena opción para aquellos que busquen bodegas para una escapada de otoño.

Y cuando termina la vendimia las opciones y actividades para realizar en la Mancha son infinitas. Además de las bodegas históricas que se pueden visitar, con empresas de la zona como Selfie Tour, también con ellos podréis realizar rutas culturales siguiendo los pasos de Don Quijote o rutas gastronómicas en los mejores restaurantes de la comarca. Si vas a la Mancha además de bodegas no puedes perderte sus maravillosos molinos de viento localizados en diferentes pueblos: Campo de Criptana, Consuegra o Alcázar de San Juan.

Por supuesto, no nos olvidamos de sus especialidades gastronómicas, la combinación de estos vinos con los platos tradicionales manchegos son un plus añadido para visitar La Mancha en los meses de otoño. ¿Te vienes?

Si te ha gustado este post, seguro que disfrutas con uno que te llevará a tierras francesas: Enoturismo en Francia.

Texto de Paloma Lucas (ex componente del equipo de Viajes y Estilo)

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